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Familias Monoparentales.

Familias monoparentales

separaciones conflictivas
En la sociedad actual, la familia nuclear tradicional va siendo cada vez menos el modelo de referencia para la familia. En Estados Unidos uno de cada dos matrimonios se rompen y en Europa cada cuatro matrimonios se rompen tres.
Según el periódico El País, en España existen 250.000 familias formadas por madre e hijos, siendo el País Vasco con mayor porcentaje, estado compuestas por una madre de 40-50 años y dos o tres hijos, según la revista Emakunde.
Los orígenes de las familias monoparentales pueden ser diversos: el divorcioo la separación de la pareja, la viudedad y soltería, estando compuestas en la mayoría de los casos por grupos familiares por la madre y los hijos.

Los problemas más comunes que se suelen encontrar en este tipo de familias suelen ser: problemas económicos, depresiones por sentirse excesivamente cargado de responsabilidad el progenitor que está al frente, dificultades a la hora de poner disciplina en la familia, dificultades de emancipación de los hijos, problema de conducta en los hijos, etc.
Aunque estos problemas suelen darse con mayor frecuencia en las familias monoparentales, no son exclusivos de ellas. Sin negar que estén sometidas a más estrés y menos apoyo (al ser un adulto para hacer frente a todas las dificultades), es necesario destacar que las familias con ambos padres enfrentados en peleas interminables o con padres ausentes pueden ser más problemáticas.

El trabajo en Terapia Familiar con familias monoparentales

Las dificultades de estas familias son reales y se debe planificar un orden de prioridades a la hora de intervenir, ya que cuando la familia acude a terapia suele estar en plena crisis.
En general, se orienta hacia:
  • Ayudar al progenitor para ejercer el papel de padre (disciplina, normas, etc) y de madre (facilitar la expresión de la afectividad, las emociones, etc).
  • Facilitar el apoyo entre los miembros de la familia para lograr una mayor adaptación a las necesidades que surjan en la familia.
  • Elaborar con el progenitor a cargo de la familia, el duelo por la pérdida (separación, muerte), generando una mejora de las relaciones entre éste y sus hijos.
  • Englobar los problemas de disciplina con los problemas relacionales entre progenitor e hijos.

Puntos fuertes de las familias con progenitor único

Las familias monoparentales siguen aumentando, pero no sólo por el aumento de optando por ser progenitores únicos; por ejemplo, hay personas solteras que adoptan, divorcios y separaciones, sino también por el hecho que más padres y madres emplean métodos artificiales o naturales para tener hijos, sin casarse.
Cualquiera que sea el origen, los progenitores únicos continúan luchando por encontrar un lugar en la sociedad, donde en esta sociedad hay pocas reglas, tradiciones o rituales para guiarlos, y poca ayuda por parte de los colegios, las instituciones sociales, religiosas y los organismos estatales.
En un estudio (M. Walters) con familias monoparentales identificaron como funcionamiento familiar positivo los siguientes aspectos:
  • Una única línea de autoridad que simplifica el proceso de tomar decisiones y evita el conflicto derivado de la división.
  • La oportunidad de que un solo progenitor combinara las funciones de dar cariño e impartir disciplina a los hijos, en lugar de estar basados en roles de género.
  • Flexibilidad de las fronteras generacionales, lo que permite mayores oportunidades de relación de compañerismo entre progenitor e hijo.
  • En una reducida estructura jerárquica con respecto a la organización y manejo de las labores domésticas, hace que se comparta en mayor medida las tareas familiares y que cada miembro asuma múltiples roles
  • Mayores expectativas respecto a la calidad de la vida familiar.
  • Mayor conciencia de la familia como unidad independiente.
Como unidad social, la familia monoparental resulta más afectada por el entorno. Las actitudes y condiciones de la escuela, trabajo, sociedad repercuten con más intensidad dentro del hogar.
Los padres/madres tienden a desarrollar amistades que a la vez que sociales también son utilitarias. Los hijos suelen estar más enterados de las condiciones de trabajo de su progenitor y reaccionar sobre el funcionamiento parental en la familia y sobre la sensación de bienestar del mismo.
Asimismo, las tareas familiares se establecen en relación con las necesidades reales, y no preconcebidas: son tareas que realmente necesitan realizarse, en lugar de tareas asignadas o creadas para enseñarle al hijo “cómo se hacen”.
Es un solo adulto el principal responsable de conservar unida a la familia, cuidar a sus miembros y mantener el orden, aunque en ocasiones se relacionen como “compañeros”.!

Comentarios

Nora Quevedo Labrador ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nora Quevedo Labrador ha dicho que…
En estas familias como en todas hay que tener en cuenta el compromiso personal que asume cada uno de lo s padres, pues en muchas la afectividad y autoridad quedan en manos de la madre lo que hace que las relaciones entre l@s hij@s se dificulte el o se confunda el rol sabiendo que tanto afectividad y autoridad van aunadas dentro de los mismos progenitores, pero que con la ausencia de uno de ellos se torna difícil la convivencia. Igual sucede con las ausencias prolongadas de uno de ellos.

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