Derechos Humanos en el Valle del Cauca

Para los grupos armados ilegales y el negocio del narcotráfico, el Valle del Cauca cuenta con características que lo configuran como un departamento de importancia estratégica: además de contar con el principal puerto del país en el Océano Pacífico, sus amplias zonas selváticas y montañosas propicias para importación y exportación de drogas y armas, es el principal polo de desarrollo económico y social del occidente colombiano.

Así lo destaca el Observatorio de Derechos Humanos del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH en su más reciente análisis sobre la situación de derechos humanos en el Valle del Cauca. Al revisar los indicadores de situación entre los años 2000 y 2004, el Observatorio destaca las altas tasas de homicidio y cómo las masacres, el desplazamiento forzado y los secuestros, muestran una tendencia a la baja. Cali y Buenaventura se configuran en este panorama como los municipios más afectados en gran parte de los indicadores analizados por el Observatorio.

Los homicidios se han mantenido en un nivel elevado y relativamente constante durante el período tratado por el análisis. Según el Observatorio, en 2000 se registraron 4.257 homicidios y 4.234 en 2004. Los 3.946 homicidios registrados en 2003 son el número más bajo en el período estudiado, que comparado con el año 2002, representa una disminución del 6%. Según el Observatorio, “en todos los años del periodo, la tasa departamental ha sido superior a la nacional en más de 30 puntos y en el año 2004 la superó en 50,7 puntos porcentuales, al registrarse 95 homicidios por cada cien mil habitantes en el departamento frente a una tasa nacional de 44,2”.

Cali concentra un porcentaje importante de los homicidios cometidos en el departamento. Según el análisis, la capital de Valle “ha sido el municipio que ha concentrado el mayor número absoluto de homicidios, registrando entre el 46% y el 54% del total departamental de homicidios entre 2000 y 2004”. Municipios como Buenaventura y Tuluá han sido afectados también por esta violación. En el primero, se evidencia una tendencia a la baja ya que en 2000 registra 440 mientras que en 2004, 263. En Tuluá, el panorama es constante al presentar 237 en 2000 y 235 en 2004.

Las masacres en el Valle, aunque han venido presentando una disminución, registran un alto número de víctimas. De acuerdo con el análisis, “en el departamento se han presentado en promedio más de 13 masacres durante cada uno de los años analizados, siendo 2000 el año en que acaecieron el mayor número de masacres (24), seguido por el año 2003, cuando se registraron 17. No obstante, las masacres más letales se presentaron en el año 2001, cuando se registró un promedio superior a 6 víctimas por masacre y en el resto de los años analizados la letalidad de las masacres estuvo alrededor de 5 víctimas”.

En esta variable, Cali vuelve a ser el municipio más afectado en el período analizado. Entre 2000 y 2004, en la ciudad se presentaron más de 2 de estos hechos en cada uno de estos años. 2003 fue el año más crítico en este sentido al registrar 6 casos. Un año después, se presentaron 3 masacres. Buenaventura es el segundo municipio más afectado con 7 casos en 2000, 3 en 2002 y 4 en 2003.

Los secuestros, según el Observatorio de Derechos Humanos, muestran una marcada tendencia a la baja durante el periodo analizado, al pasar de 285 secuestros registrados en el año 2000 a 65 en 2004. Los municipios más afectados en cada uno de los años analizados fueron Cali y Buenaventura, además de Dagua, Palmira, Tuluá, Florida y Candelaria. Valle ha sido testigo de secuestros como el de los 180 feligreses de la iglesia La María en 1999 y el secuestro de 79 personas en el kilómetro 18 de la vía Cali – Buenaventura, responsabilidad del ELN; y del secuestro de los 12 diputados de la Asamblea del Valle por las FARC.

Sobre los sectores sociales más afectados, el análisis menciona que en 2003 se registraron 9 homicidios de sindicalistas, cifra que aumenta a 10 en 2004. Solo en Cali, entre 2003 y 2004, se presentaron nueve de estos hechos.

Los contactos armados desarrollados por parte de la Fuerza Pública contra los grupos armados ilegales crecieron al pasar de 33 en 2000 a 40 en el último año considerado por el análisis, lo que representa un aumento del 21%. En total, durante el lapso del análisis se cuentan 153 contactos desarrollados por la Fuerza Pública. Estos datos contrastan con las acciones de los grupos armados irregulares, que incluyen actos terroristas, asaltos a poblaciones, ataques a instalaciones de la Fuerza Pública, emboscadas, hostigamientos y piratería terrestre; estas acciones tienden a la baja al pasar de 105 en el año 2000 a 68 en 2004, lo que significa una reducción del 35% durante los cuatro años estudiados, en los cuales se presentaron un total de 318 acciones de los grupos armados ilegales. En el período analizado, Cali ha sido la más afectada por las acciones de los grupos ilegales: entre 2000 y 2004 se cuentan 143 acciones, lo que representa el 45% del total de estos hechos en el departamento. Buenaventura ha sido el segundo municipio más afectado, con un total de 41 acciones.

El desplazamiento forzado es una de las variables que muestra mayores índices de disminución en el departamento, al pasar de 17.102 personas desplazadas en 2000 a 3.326 en 2004. Según el Observatorio de Derechos Humanos y DIH, “Valle es un departamento receptor no sólo de los habitantes de sus municipios sino también de otras jurisdicciones como el Cauca, Chocó, Antioquia, Huila y algunos departamentos del sur oriente del país”. Buenaventura ha sido el municipio más afectado en el tema de desplazamiento forzado: en 2000, el 38% de los desplazados del Valle salieron de allí; en 2001 y 2003 el 51% y el 71% de las personas desplazadas respectivamente, salieron de este municipio.

Los accidentes, incidentes y víctimas por Minas Antipersonal (MAP) y Municiones Abandonadas Sin Explotar (MASE), muestran una tendencia al alza durante el período de análisis. Se registran, según datos del Observatorio de Minas Antipersonal de la Vicepresidencia de la República 57 eventos: el 18% (10) fueron accidentes y el 82% (47) incidentes. Según el análisis, “de las quince personas heridas por estos artefactos en el departamento durante el periodo, el 27% fueron civiles y el 73% militares. En cuanto a las víctimas fatales (15) en el mismo lapso de tiempo, el 93% fueron militares y el 7% civiles”.

Finalmente, el análisis del Observatorio coteja cifras de los dos primeros meses de 2004 y 2005, según las cuales, se presenta una disminución del 17% en los homicidios en los dos primeros meses de 2005 y una merma igual en las masacres, así como una reducción del 84% en materia de desplazamiento forzado. No obstante, los secuestros en el departamento aumentaron en un 70%.

Consultar documento completo del Observatorio de Derechos Humanos y DIH

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