Pautas para menos egoísmo y mejorar convivencia Familar!
Los mandamientos del hogar
Por OLGA LUCÍA BUSTAMANTE MADRID
La organización en cualquier empresa
--religiosa, mercantil, social, política, económica, judicial, etc.--
comienza porque se consignan una serie de mandatos, decretos,
instrucciones, leyes o reglas, que llámense como se llamen todas tienen
una misma finalidad: someter la voluntad individual a unos lineamientos
que promuevan beneficios comunes, aunando y coordinando esfuerzos. La
empresa familiar es la más importante para cada uno de nosotros, después
de la gran empresa personal que es la vida misma, y se nos olvida
enmarcarla en convenios pluralistas donde exista la participación de
todos los miembros en el hogar con decisión y compromiso.
Consciente del desorden que hoy impide
la sana convivencia, sugiero que podríamos elaborar entre todos en
familia una declaración o convenio; nos idearíamos un tarjetero
familiar que podría llamarse tentativamente "El compromiso de hoy en
familia". Y cada día leeríamos una tarjeta con un pequeño mensaje
durante el encuentro para desayunar, almorzar o cenar. La finalidad de
este ejercicio es recordar y compararse con la realidad que se está
viviendo en el compartir diario, revisar nuestro papel y participación
en la armonía o en la desunión del conjunto humano que conformamos.
Algo así como: En esta familia nos
comprometemos a: Comportarnos bien para lograr el bienestar individual y
de todos. Decir siempre la verdad aunque nos cueste trabajo. Aceptar
que somos diferentes. Asumir los derechos y los deberes que nos
corresponden. Poner en práctica los valores que hacen grandes a los
seres humanos.
Valorar lo que hemos obtenido con
esfuerzo y trabajo. Examinar los errores y dificultades con honestidad y
estar dispuestos a corregirlos. Medir las palabras, los pensamientos y
las acciones. No ofender ni maltratar a otros. Premiar solo lo que se
merece por buen comportamiento. Servir, ayudar, compartir con
desinterés, en la casa y fuera de ella. Compartir las responsabilidades y
quehaceres de la casa entre todos. Enseñar y proteger a quien lo
necesita. Admitir las consecuencias de lo que hacemos y decimos. Velar
por la unión familiar. Dar más de lo que se espera de nosotros.
Reconocer los intereses y necesidades de otro sin vulnerar los míos.
Tomar decisiones correctas que beneficien a todos. Escuchar a quienes
nos enseñan y corrigen. Rechazar decisiones egoístas que beneficien solo
a una persona. No aceptar abusos de confianza, falsedades, ni
manipulaciones. Dialogar con argumentos claros y considerados, sin
gritos ni ofensas. Ser solidarios en las buenas y en las malas.
Preservar la naturaleza y la vida. Tener disciplina, puntualidad y
orden. Actuar siempre por las buenas, no por las malas. Obedecer las
normas que nos ayudan a una convivencia sana y tranquila. Valorar el
esfuerzo de todos. Agradecer que otros se preocupen por mí. Nos
comprometemos a hacer de Dios nuestro amigo y maestro… etc, etc… Cada
hogar tiene su propia estructura, por ende los compromisos pueden
variar.
No es imposible la buena convivencia cuando disponemos la voluntad, el esfuerzo y el corazón para lograrlo.
Dijo Martín Luther King "Hemos aprendido
a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos
aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos".
Comentarios